lunes, 20 de octubre de 2014

Padel competitivo o padel pachanguero

A ver, mujeres y mujercitas padeleras:
Desde que empecé a jugar a padel he aprendido muchas cosas sobre este deporte (y las que me quedan, porque aún soy una pipiola en esto). 
Hay algo que me llama mucho la atención, y es que el padel es un deporte que muchas personas se toman como si fuera una actividad social, más que competitiva. Por eso te encuentras a divorciad@s, mamis, papis, y familias enteras intentando retomar la actividad y dándole al padel puede que sólo porque está de moda, y oye, ¡se conoce a gente! Es como un deporte social.
Pero, dentro de un club de padel, hay dos grandes grupos diferenciados. 

1. Los que quieren subir un escalón y jugar partidos competitivos, incluso tomárselo más en serio.



2. O los que van allí a jugar, a echar la pachanguita y a pasar el rato.

Venga Mari Puri, después del partidico, unas olivicas
y a hablar de la Juani que vaya farda a topos llevaba la jodía...


Para alguien competitivo, acostumbrado a jugar para darlo todo, esto puede ser muy confuso y puede llegar a hacerte creer que el padel no es un deporte serio y que es en realidad una actividad hecha para pijos y vagos. ¡MEC! ¡Craso error! Salid de ese bucle y ampliad horizontes, querida padgente.
Recuerdo que al principio, los partidos que jugaba eran contra parejas y mujeres sin ningún ánimo de competir. Sólo darle a la pala un rato, y ya está.
Y al principio me parecía bien, porque tenía que aprender mucho... Pero luego empecé a aburrirme y a frustrarme. No sabía sí el problema lo tenía yo que me veía en otro nivel, o las personas que querían jugar conmigo que se creían en el mío. No lo sé, la cuestión es que siempre teníamos que intercambiar parejas para igualar los partidos, o sino ganábamos sin esfuerzo. Y yo odio eso. 
Lo que quiero decir es que yo mejoraba, y quería partidos más complicados.
Aquí viene el gran problema para alguien que quiere buscarse partidos más difíciles en padel femenino. Pensad que en un Club de Padel las parejas se conocen entre ellas y están acostumbradas a organizarse partidos.  Pero es raro que el nivel sea verdaderamente alto. Las que juegan, lo hacen desde hace tiempo, pero tienen otro ritmo, más relajado, más de colegueo, menos intenso y con otros vicios marcados. Así qué tienes que remover cielo y tierra para conocer a jugadoras con las que de verdad te apetezca echar un partido, y unas están en un club, otras en otro... Y luego tienen que querer jugar contigo, porque no están para perder el tiempo y jugar contra unas que son mucho más malas que ellas. Antes pensaba: qué bordes, vaya humos... Pero ahora ya sé de qué va esto, y las comprendo.
Por eso, como nosotras queremos mejorar y no estancarnos, jugamos contra chicos también que, por supuesto, nos dan mandanga, pero no se lo ponemos fácil. Hay una premisa clara en el padel: si quieres mejorar, tienes que jugar contra gente mucho mejor que tú. O nunca aprenderás. Y eso hacemos.
Y después: no nos apuntamos a torneos fáciles y de un nivel más bajo. Nos apuntamos al alto, y de ahí seguro que salen partidos súper reñidos y que valen mucho la pena. Unos los perderemos, otros los ganaremos, pero nosotras mejoraremos y, además, podremos actualizar una agenda de contactos padeleras de un nivel idóneo (ese es nuestro siguiente objetivo). Hacer una lista de jugadoras de nivel A, por localidades, para que podamos ir jugando. Una lista sólo accesible para las que se registren en World Padel Woman.
Luego sólo habrá que ir jugando, dar a conocer nuestro club, y conocer el de las demás.
Esto acaba de empezar, women!



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