Al margen del exquisito espectáculo que vimos ayer en las semifinales femeninas entre Marta Marrero y Alejandra Salazar y Patty Llaguno y Eli Amatriain, también sucedieron cosas desagradables que jamás deberían suceder. Creemos que la organización de World Pádel Tour debería expulsar de manera inmediata a todos esos espectadores que van a ver un partido de pádel solo para increpar a los jugadores, como en este caso pasó con Fernando Belasteguin. Este señor y su compañero Pablo Lima, aguantan carros y carretas en cada WPT, la gente se ceba con ellos porque son los número uno y desean que pierdan. Algunos lo hacen solo para buscarles las cosquillas, pero la
Organización no les protege. Entonces, ¿es de extrañar que un día exploten, con las pulsaciones a mil, como sucedió ayer? ¿Y quién debería en todo caso ser castigado? Porque entre el grupo de provocadores había hasta gente borracha, ¿quién los deja entrar así? En Barcelona se detectó a un grupito así y los echaron de las gradas. No nos parece bien que los jugadores tengan que aguantar estas cosas, y menos en recintos tan pequeños, donde oyes perfectamente cada insulto y ves quien te lo dice. Estamos de acuerdo en que los jugadores de élite y números uno deben saber comportarse, pero también son personas.
Expulsión YA a estos personajes increpadores. El pádel no necesita este tipo de afición.
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