Además de ser un evento patrocinado por varias empresas y disponer todos los participantes ilimitadamente de frutas para recargar energías y recuperar glucosa, se constató algo que es una realidad: la gran capacidad de convocatoria que tiene este padel (a pesar de no ser demasiado grande) en una zona que ya de por sí está rodeada de mas clubs (unos de más antigüedad y más conocidos que otros).
Masculino Oro (8 parejas) con nivelazo; masculino plata (16 parejas); masculino bronce (16 parejas). El femenino ha sido tal vez el que ha flaqueado, por falta de participación de jugadoras de más nivel para hacer más grupos, pero se ha quedado en un digno cuadro inicial de ocho parejas de nivel C-D (nosotras nos hemos quedado con ganas de jugar este torneo sniff sniff). También había un mixto plata de 8 parejas y otro bronce de 8 más.
En el de plata estamos participando Lena y yo con nuestros compis, veremos quién gana. Lena con su hermano Iván y yo con mi compi de trabajo Alfonso.
Y por último, el plato fuerte y distintivo del torneo: el OPEN INDIVIDUAL.
Dieciséis jugadores que se disputarán el título uno contra uno en la pista individual y exclusiva de este club. La modalidad "en solitario" se está poniendo de moda, y este es el primer torneo en Barcelona que concede un título a esta competición.
El precio de este torneo garantiza como mínimo tres partidos en cada categoría, a jugar de viernes a domingo en tres intensos días. El welcome pack consta de camiseta padelera y patatas (malditas patatas) además de fruta a mansalva.
Y como premio a los finalistas: más de 1000 euros en material deportivo padelero. ¡Casi nada, oye!
Por todas estas cosas y por más, este torneo es y sigue siendo tan exitoso.
El padel mueve mucha gente, y la buena energía aún más. Nada se estanca, todo fluye y continúa.
Ale, ¡os dejo que tengo partido!
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